CONCEPCIONES DE APRENDIZAJE
Las distintas concepciones de aprendizaje muestran lo que en determinado contexto se ha concebido como la respuesta a la pregunta cómo aprendemos, así se caracterizó el aprendizaje y se implantó por un determinado tiempo. Podemos observar que se ha cuestionado un determinado modelo educativo, porque en un contexto actualizado, simplemente ya no respondía o correspondía a las demandas de los estudiantes y de su contexto.
En la actualidad, como se menciona en la RIEMS, los jóvenes están desenvolviéndose en un contexto global, con la emergencia de las Tecnologías de la Información y comunicación, la sobre exposición a mensajes audiovisuales; a esto se agregan las situaciones: económica, política, social, salud, ecológica, entre otras. Por lo que se ha visto la creciente necesidad de dar un nuevo enfoque al aprendizaje. Sobra decir que en la práctica docente, ya se habían observado (de manera empírica) cambios en la forma de aprender de los estudiantes, más apegados a lo audiovisual, con más cercanía a la tecnología; también cambios de conducta y de intereses; también menos involucrados los padres en su proceso de formación. Así, el cambio es necesario y urgente, el enfoque por competencias implica que la educación sea realmente integral, que las distintas disciplinas interactúen, se interrelacionen para enfrentar juntos problemas y situaciones eventuales.
Si la sociedad evoluciona o retrocede, ¿Qué papel cumple la educación? ¿Evolucionará o retrocederá con el entorno social? Considero que la educación tiene dentro de sus propósitos: contribuir a la formación de personas que sean capaces de interactuar, aportar al grupo social; entonces hay que tener presente nuestro horizonte, reflexionar y encaminar los esfuerzos hacia la formación de personas capaces de desarrollar conocimientos, habilidades y actitudes que le permitan un desarrollo integral para poder integrarse a los cambios del contexto.
Por lo tanto, las concepciones del aprendizaje que son congruentes con el enfoque por competencias son las del Constructivismo (J. Piaget) y la del Socio-constructivismo. Ambas coinciden en que el alumno es el encargado de construir sus procesos de aprendizaje, se trata de que sea independiente y metacognitivo, que llega a ser conciente de cómo aprende y que no se limite a la repetición, también debe adaptar lo aprendido a su contexto real, se pretende que el conocimiento traspase las paredes del aula, que el aprendizaje cobre sentido en contextos distintos a la educación formal.
En el Constructivismo considera “tres estadios de desarrollo cognitivo universales”: sensorio-motor, operaciones concretas y operaciones formales. En ellos la ejercitación constante es base principal para el desarrollo de la inteligencia. También se plantea que el alumno construya su conocimiento en la interacción con el medio que le rodea, retomando conocimientos previos y el nivel cognitivo que posee. La construcción del conocimiento pasa por las fases de equilibrio, desequilibrio, reequilibrio. Así se construyen esquemas nuevos de conocimientos. Asimismo, se puede observar que el alumno adquiere conocimientos de forma significativa al experimentar y solucionar problemas, sin dejar de lado que se trata de desarrollar el pensamiento flexible que le permita analizar los errores y aprender de ellos, de ahí que se trate de desarrollar la metacognición.
En este sentido si el enfoque por competencias plantea desarrollar el saber, saber hacer y el ser (conocimientos, habilidades, actitudes) entonces el Constructivismo le aporta la base de esas fases a desarrollar para aprender, es decir que el alumno se enfrente a un problema el cual lo va a desequilibrar en sus saberes, así buscará la forma de volver al equilibrio, motivándolo a poner en juego lo que sabe para enfrentar una situación nueva, tendrá el apoyo de las habilidades desarrolladas en etapas previas. Al buscar el equilibrio nuevamente el estudiante recibirá la guía del docente para adquirir aquellos nuevos conocimientos o nuevas habilidades para enlazar lo que va aprendiendo con su entorno o con otras asignaturas. También el alumno aprenderá el proceso por el cual está adquiriendo el nuevo conocimiento, así desarrollará su metacognición.
En lo relativo a la concepción del Socio-constructivismo, basado en las ideas de Vigotski, la cual complementa la anterior, se tiene que el aprendizaje es un proceso personal en donde se construyen nuevos aprendizajes a partir de los conocimientos previos, tomando en cuenta la situación que le dio origen. Ese proceso personal implica que el alumno se haga responsable de su proceso de aprendizaje, porque contrario a lo que en ocasiones se ha hecho en las distintas asignaturas, no es el fin que aprenda un contenido, se trata de que éste sirva para el desarrollo de un conocimiento más amplio, que le permita trasladarlo a distintas problemáticas, así el eje ya no será lo que un docente quiere que se aprenda de su materia, se trata de centrar la enseñanza en el aprendizaje, por lo que el eje es la necesidad del alumno de desarrollar sus capacidades para movilizarlas a contextos distintos.
En este sentido, la formación por competencias se relaciona con la concepción del Socio-constructivismo del alumno, porque se trata de dotar de mejores armas, no sólo para que se de cuenta de cómo está aprendiendo, sino que durante el proceso trabaje con sus compañeros, desarrolle actitudes que le permitan mejorar tanto la interacción e integración con el trabajo en equipo, como con personas ajenas a su entorno educativo, pero que le aportarán a la solución del problema. También es necesario no dejar de lado la incidencia en la zona de desarrollo próximo, en la que dicha interacción puede ofrecer un "andamiaje" donde el estudiante puede apoyarse.
Sin olvidar que la interacción con el grupo de iguales o expertos implica también un proceso constante de comunicación de: necesidades, dudas, aportaciones, fracasos, y más. Por lo que la concepción del Socio-constructivismo plantea que el lenguaje es un eje importante para desarrollo del aprendizaje del alumno, hecho nada nuevo, pero en la actualidad, el lenguaje no se cierne a los tradicionales como el escrito u oral; ahora tenemos alumnos que son más cercanos a lo audiovisual y a ese lenguaje hasta “cibernético” que está relacionado con el mundo de las Tecnologías de la Información y Comunicación. Así, el proceso de socialización de lo que se está aprendiendo y del resultado final del aprendizaje, resulta importante para el desarrollo integral del estudiante.
Por último, el trabajo colaborativo y aprendizaje situado es necesario porque permite desarrollar capacidades que de forma individual o aislada no se lograrían, es decir formar estudiantes con facilidad para integrarse a grupos distintos al familiar, así que el aporte del trabajo en equipo permite intercambiar ideas, puntos de vista, llegar a consensos dentro de un contexto específico, de valores y menos abstracto, que cobre sentido para el alumno porque es una problemática que le afecta o impacta en algún aspecto de su vida.
RESPUESTA A LA PREGUNTA: ¿El aprendizaje es algo tan absolutamente trivial que se puede observar y medir con base en unas simples preguntas a propósito de unos contenidos?
Después de leer el documento de Xavier Vargas Beal, me queda claro que la respuesta es no. Considero que el enfoque por competencias se basa principalmente en el Constructivismo, cuya finalidad es que el alumno experimente las distintas fases para aprehender un nuevo conocimiento, se trata de que entre en un “conflicto cognitivo”, como menciona Ana María Prieto, para que a partir de sus conocimientos y estructuras cognitivas previas pueda lograr una incorporación, ejercitación, organización y asimilación-acomodación de lo nuevo. Ahora, cómo se vuelve significativo para él ese aprendizaje, al respecto Xavier Vargas menciona que se debe partir de los intereses de los estudiantes, cuestión que había quedado descuidada al tratar de cumplir con un programa en donde se le proporcionaban una serie de contenidos, dejando al margen las inquietudes del estudiante. Así en el momento de medir lo aprendido, se reducía a pregunta-respuesta, y quedaba alejado de lo que se observaba a lo largo del proceso de aprendizaje.
En este sentido el papel del docente también debe modificarse, al igual que los estudiantes se debe aprehender del proceso de enseñanza, deberá tomarse en cuenta no sólo los intereses si no cómo se promueve un aprendizaje significativo. Si bien, no existe aprendizaje que no sea significativo, sí hay diferentes grados de significatividad, esto en función del interés del estudiante y de la relación que se establezca con la realidad. Labor nada sencilla la del docente, por lo que será necesario tener claro que no sólo se trata de que el aprendizaje sea significativo, también debe ser situado.
El aprendizaje situado no deberá cerrarse a que el alumno adquiera capacidades para aplicarlas a un problema determinado o en el ámbito laboral, se pretende que al situar el aprendizaje se considere la posibilidad de movilizarlo, de llevarlo a la acción a distintos ámbitos de la vida del estudiante, sin perder de vista el nivel cognitivo y la realidad del mismo. A esto se agrega la cuestión de que el aprendizaje no es meramente utilitario, también es la posibilidad de que el estudiante se construya y transforme a sí mismo y lo haga con ética y valores.
También en el texto de Xavier Vargas, se cuestiona el papel mediador o facilitador del docente, si el estudiante tiene sus propios intereses, qué media o facilita el profesor. Por lo que se sugiere que el docente se de a la tarea de reflexionar sobre su papel en el enfoque por competencias, así se aprehenderá tanto de la práctica como de la revisión teórica que nos ayude a comprender las exigencias de la nueva realidad educativa, social y global. Por lo tanto una de las tareas del profesor será promover aprendizajes significativos y situados, tomar en cuenta los intereses, los conocimientos y estructuras previas del estudiante, y relacionarlas con conocimientos potencialmente significativos para el alumno, de lo contrario lo estaremos destinando a la frustración y el fracaso.
Considero importante rescatar la reflexión en torno al discurso verbal, el cual se aplica en ocasiones como eje principal en el aula, aunque no debería de volverse la clase en una especie de monólogo y por consiguiente a la espera de que el alumno repita lo memorizado, está claro que el discurso verbal de una serie de conocimientos, llámese, conceptos, teorías y demás son necesarias como base de la comprensión de la realidad, así como de la base para la adquisición de nuevos conocimientos y estructuras cognitivas más complejas.
Por lo tanto, el enfoque por competencias está planteando una nueva forma de planear estrategias de enseñanza, las cuales se centrarán en el aprendizaje del alumno, promover aprendizajes significativos y situados, asimismo cambiará la forma de evaluación. En este sentido el proceso de aprendizaje se vuelve más complejo. Para terminar cito un fragmento del texto de Xavier Vargas:
“Respecto de este primer sentido socio-ético que las competencias han de incorporar como antídoto de una competitividad individualista [...] atender a los valores de la humanización, ello, si es que deseamos construir un mundo civilizado donde el mercado no esté por encima del destino deseable del ser humano. Saber conocer y saber hacer resuelven la tarea humana de saber el qué y el cómo, pero de ninguna manera alcanzan para resolver social y éticamente el con quién y el para qué. Para ello, se necesita –en palabras de Delors- saber convivir y saber ser.”
Las distintas concepciones de aprendizaje muestran lo que en determinado contexto se ha concebido como la respuesta a la pregunta cómo aprendemos, así se caracterizó el aprendizaje y se implantó por un determinado tiempo. Podemos observar que se ha cuestionado un determinado modelo educativo, porque en un contexto actualizado, simplemente ya no respondía o correspondía a las demandas de los estudiantes y de su contexto.
En la actualidad, como se menciona en la RIEMS, los jóvenes están desenvolviéndose en un contexto global, con la emergencia de las Tecnologías de la Información y comunicación, la sobre exposición a mensajes audiovisuales; a esto se agregan las situaciones: económica, política, social, salud, ecológica, entre otras. Por lo que se ha visto la creciente necesidad de dar un nuevo enfoque al aprendizaje. Sobra decir que en la práctica docente, ya se habían observado (de manera empírica) cambios en la forma de aprender de los estudiantes, más apegados a lo audiovisual, con más cercanía a la tecnología; también cambios de conducta y de intereses; también menos involucrados los padres en su proceso de formación. Así, el cambio es necesario y urgente, el enfoque por competencias implica que la educación sea realmente integral, que las distintas disciplinas interactúen, se interrelacionen para enfrentar juntos problemas y situaciones eventuales.
Si la sociedad evoluciona o retrocede, ¿Qué papel cumple la educación? ¿Evolucionará o retrocederá con el entorno social? Considero que la educación tiene dentro de sus propósitos: contribuir a la formación de personas que sean capaces de interactuar, aportar al grupo social; entonces hay que tener presente nuestro horizonte, reflexionar y encaminar los esfuerzos hacia la formación de personas capaces de desarrollar conocimientos, habilidades y actitudes que le permitan un desarrollo integral para poder integrarse a los cambios del contexto.
Por lo tanto, las concepciones del aprendizaje que son congruentes con el enfoque por competencias son las del Constructivismo (J. Piaget) y la del Socio-constructivismo. Ambas coinciden en que el alumno es el encargado de construir sus procesos de aprendizaje, se trata de que sea independiente y metacognitivo, que llega a ser conciente de cómo aprende y que no se limite a la repetición, también debe adaptar lo aprendido a su contexto real, se pretende que el conocimiento traspase las paredes del aula, que el aprendizaje cobre sentido en contextos distintos a la educación formal.
En el Constructivismo considera “tres estadios de desarrollo cognitivo universales”: sensorio-motor, operaciones concretas y operaciones formales. En ellos la ejercitación constante es base principal para el desarrollo de la inteligencia. También se plantea que el alumno construya su conocimiento en la interacción con el medio que le rodea, retomando conocimientos previos y el nivel cognitivo que posee. La construcción del conocimiento pasa por las fases de equilibrio, desequilibrio, reequilibrio. Así se construyen esquemas nuevos de conocimientos. Asimismo, se puede observar que el alumno adquiere conocimientos de forma significativa al experimentar y solucionar problemas, sin dejar de lado que se trata de desarrollar el pensamiento flexible que le permita analizar los errores y aprender de ellos, de ahí que se trate de desarrollar la metacognición.
En este sentido si el enfoque por competencias plantea desarrollar el saber, saber hacer y el ser (conocimientos, habilidades, actitudes) entonces el Constructivismo le aporta la base de esas fases a desarrollar para aprender, es decir que el alumno se enfrente a un problema el cual lo va a desequilibrar en sus saberes, así buscará la forma de volver al equilibrio, motivándolo a poner en juego lo que sabe para enfrentar una situación nueva, tendrá el apoyo de las habilidades desarrolladas en etapas previas. Al buscar el equilibrio nuevamente el estudiante recibirá la guía del docente para adquirir aquellos nuevos conocimientos o nuevas habilidades para enlazar lo que va aprendiendo con su entorno o con otras asignaturas. También el alumno aprenderá el proceso por el cual está adquiriendo el nuevo conocimiento, así desarrollará su metacognición.
En lo relativo a la concepción del Socio-constructivismo, basado en las ideas de Vigotski, la cual complementa la anterior, se tiene que el aprendizaje es un proceso personal en donde se construyen nuevos aprendizajes a partir de los conocimientos previos, tomando en cuenta la situación que le dio origen. Ese proceso personal implica que el alumno se haga responsable de su proceso de aprendizaje, porque contrario a lo que en ocasiones se ha hecho en las distintas asignaturas, no es el fin que aprenda un contenido, se trata de que éste sirva para el desarrollo de un conocimiento más amplio, que le permita trasladarlo a distintas problemáticas, así el eje ya no será lo que un docente quiere que se aprenda de su materia, se trata de centrar la enseñanza en el aprendizaje, por lo que el eje es la necesidad del alumno de desarrollar sus capacidades para movilizarlas a contextos distintos.
En este sentido, la formación por competencias se relaciona con la concepción del Socio-constructivismo del alumno, porque se trata de dotar de mejores armas, no sólo para que se de cuenta de cómo está aprendiendo, sino que durante el proceso trabaje con sus compañeros, desarrolle actitudes que le permitan mejorar tanto la interacción e integración con el trabajo en equipo, como con personas ajenas a su entorno educativo, pero que le aportarán a la solución del problema. También es necesario no dejar de lado la incidencia en la zona de desarrollo próximo, en la que dicha interacción puede ofrecer un "andamiaje" donde el estudiante puede apoyarse.
Sin olvidar que la interacción con el grupo de iguales o expertos implica también un proceso constante de comunicación de: necesidades, dudas, aportaciones, fracasos, y más. Por lo que la concepción del Socio-constructivismo plantea que el lenguaje es un eje importante para desarrollo del aprendizaje del alumno, hecho nada nuevo, pero en la actualidad, el lenguaje no se cierne a los tradicionales como el escrito u oral; ahora tenemos alumnos que son más cercanos a lo audiovisual y a ese lenguaje hasta “cibernético” que está relacionado con el mundo de las Tecnologías de la Información y Comunicación. Así, el proceso de socialización de lo que se está aprendiendo y del resultado final del aprendizaje, resulta importante para el desarrollo integral del estudiante.
Por último, el trabajo colaborativo y aprendizaje situado es necesario porque permite desarrollar capacidades que de forma individual o aislada no se lograrían, es decir formar estudiantes con facilidad para integrarse a grupos distintos al familiar, así que el aporte del trabajo en equipo permite intercambiar ideas, puntos de vista, llegar a consensos dentro de un contexto específico, de valores y menos abstracto, que cobre sentido para el alumno porque es una problemática que le afecta o impacta en algún aspecto de su vida.
RESPUESTA A LA PREGUNTA: ¿El aprendizaje es algo tan absolutamente trivial que se puede observar y medir con base en unas simples preguntas a propósito de unos contenidos?
Después de leer el documento de Xavier Vargas Beal, me queda claro que la respuesta es no. Considero que el enfoque por competencias se basa principalmente en el Constructivismo, cuya finalidad es que el alumno experimente las distintas fases para aprehender un nuevo conocimiento, se trata de que entre en un “conflicto cognitivo”, como menciona Ana María Prieto, para que a partir de sus conocimientos y estructuras cognitivas previas pueda lograr una incorporación, ejercitación, organización y asimilación-acomodación de lo nuevo. Ahora, cómo se vuelve significativo para él ese aprendizaje, al respecto Xavier Vargas menciona que se debe partir de los intereses de los estudiantes, cuestión que había quedado descuidada al tratar de cumplir con un programa en donde se le proporcionaban una serie de contenidos, dejando al margen las inquietudes del estudiante. Así en el momento de medir lo aprendido, se reducía a pregunta-respuesta, y quedaba alejado de lo que se observaba a lo largo del proceso de aprendizaje.
En este sentido el papel del docente también debe modificarse, al igual que los estudiantes se debe aprehender del proceso de enseñanza, deberá tomarse en cuenta no sólo los intereses si no cómo se promueve un aprendizaje significativo. Si bien, no existe aprendizaje que no sea significativo, sí hay diferentes grados de significatividad, esto en función del interés del estudiante y de la relación que se establezca con la realidad. Labor nada sencilla la del docente, por lo que será necesario tener claro que no sólo se trata de que el aprendizaje sea significativo, también debe ser situado.
El aprendizaje situado no deberá cerrarse a que el alumno adquiera capacidades para aplicarlas a un problema determinado o en el ámbito laboral, se pretende que al situar el aprendizaje se considere la posibilidad de movilizarlo, de llevarlo a la acción a distintos ámbitos de la vida del estudiante, sin perder de vista el nivel cognitivo y la realidad del mismo. A esto se agrega la cuestión de que el aprendizaje no es meramente utilitario, también es la posibilidad de que el estudiante se construya y transforme a sí mismo y lo haga con ética y valores.
También en el texto de Xavier Vargas, se cuestiona el papel mediador o facilitador del docente, si el estudiante tiene sus propios intereses, qué media o facilita el profesor. Por lo que se sugiere que el docente se de a la tarea de reflexionar sobre su papel en el enfoque por competencias, así se aprehenderá tanto de la práctica como de la revisión teórica que nos ayude a comprender las exigencias de la nueva realidad educativa, social y global. Por lo tanto una de las tareas del profesor será promover aprendizajes significativos y situados, tomar en cuenta los intereses, los conocimientos y estructuras previas del estudiante, y relacionarlas con conocimientos potencialmente significativos para el alumno, de lo contrario lo estaremos destinando a la frustración y el fracaso.
Considero importante rescatar la reflexión en torno al discurso verbal, el cual se aplica en ocasiones como eje principal en el aula, aunque no debería de volverse la clase en una especie de monólogo y por consiguiente a la espera de que el alumno repita lo memorizado, está claro que el discurso verbal de una serie de conocimientos, llámese, conceptos, teorías y demás son necesarias como base de la comprensión de la realidad, así como de la base para la adquisición de nuevos conocimientos y estructuras cognitivas más complejas.
Por lo tanto, el enfoque por competencias está planteando una nueva forma de planear estrategias de enseñanza, las cuales se centrarán en el aprendizaje del alumno, promover aprendizajes significativos y situados, asimismo cambiará la forma de evaluación. En este sentido el proceso de aprendizaje se vuelve más complejo. Para terminar cito un fragmento del texto de Xavier Vargas:
“Respecto de este primer sentido socio-ético que las competencias han de incorporar como antídoto de una competitividad individualista [...] atender a los valores de la humanización, ello, si es que deseamos construir un mundo civilizado donde el mercado no esté por encima del destino deseable del ser humano. Saber conocer y saber hacer resuelven la tarea humana de saber el qué y el cómo, pero de ninguna manera alcanzan para resolver social y éticamente el con quién y el para qué. Para ello, se necesita –en palabras de Delors- saber convivir y saber ser.”
No hay comentarios:
Publicar un comentario